Hoy os traemos un plato muy adecuado para estos fríos días que estamos pasando. La receta es un poco laboriosa (básicamente por el tiempo que requiere), pero el resultado final excelente; así que si tenéis una reunión de amigos o familiares y disponéis de un poco de tiempo, atreveos con este suculento cabrito.
Aunque se puede encontrar durante todo el año, la mejor época para disfrutar de este plato es desde finales de invierno hasta bien entrada la primavera, pues es cuando las madres de los cabritos lechales se alimentan de pastos frescos. En este momento su carne tiene un sabor mas suave y un color mas rosáceo.